viernes, 30 de abril de 2010

La cara de los sueños y las letras ignoradas…

Que raro es el universo... que expectación ser parte de él...
A medio día supe que hoy escribiría algo… y en ese momento no supe sobre que… ahorita tampoco lo sé… a veces las cosas solo ocurren y más que tratar de explicarlas, hay que vivirlas antes de que toda la inspiración se expanda tras las estrellas…
Hoy soñé con la foto característica… esa que hace pop en mis pensamientos… soñé también las letras… y no quise leerlas… seré fuerte esta vez… siempre sonrío, bueno o malo, nada sobra aquí… por que lo he estado esperando…
No me arrepiento del miedo a las palabras… entiendes mi fragilidad… esperaré a que el futuro revele la realidad… por lo pronto un sueño con tu foto siempre será un buen sueño…
Quisiera poder hacer a un lado toda esta certeza… con tanta seguridad, temo a mi cerebro… mi mentiroso y crédulo cerebro… alguna vez lo conociste…  supiste domarlo… hoy de nuevo corre por el tiempo… tratando de alejarse, tratando de acercarse… expansión, contracción… nadie sabe si terminará como una supernova, o un hoyo negro… pero sabe que no quedará en una simple enana marrón…

jueves, 22 de abril de 2010

Otoño en la casa del gato y el miedo

Era otoño en la habitación… las hojas secas esparcidas por el suelo entre musgo y una que otra textura lodosa… pintaban el suelo de color atardecer… en las paredes la oscura madera desprendía el olor a humedad y el cuadro colgado mostraba una dama elegante con un collar de perlas…
El gato ronroneaba tallándose entre los pies de la chica parada en el pórtico sin atreverse a entrar… cuando por fin lo hizo dejó su optimismo en el sillón y se quedó con sus presentimientos… un blanco colchón la esperaba… la invitaba a dormir para olvidar el miedo… ella lanzó una mirada al gato que salió por la parte trasera que daba hacia los gallineros vacíos… no más aventuras hoy… se acostó… temblando imploraba la pronta llegada del sueño… este entró por una ventana danzando en una estela dorada, se acercó a la chica tendida entre sus más grandes temores advirtiéndole que su nombre era Sueño, no Solución… a ella no le importó y quiso respirarlo… pero el crujido de las hojas lo ahuyentó… el gato acababa de volver… subió al sillón despedazó al optimismo y nadie dijo nada por que nadie recordaba su existencia… ella miraba al gato esperando el ataque, tras este pensamiento reía de si misma… el sueño llegó de nuevo, esta vez mas lento y alerta…
A la noche, siguió otra noche… el sol brillaba por su ausencia… y la chica despertaba solo para descubrir que tendría que volver a dormir o armarse de valor para enfrentar al caos… la tercera noche el miedo no dejó entrar al sueño y el gato se lanzó a su cara… gritó tanto y tan fuerte… la viejecita apareció… venía de los corrales traseros… se acercaba a la lucha de la chica cantando la profecía que nadie pudo escuchar, pero que se pudo sentir y de esa manera descifrar… el terror impregnaba cada espacio… la vieja llegó hasta la chica, el gato calló al suelo y su pelaje azabache se destiñó hasta llegar al gris mas absurdo y corriente…
La vieja de los ojos vacios alzó la mirada hasta los llorosos ojos de la muchacha cuyo nombre lo eran todos… por tal razón ella no era nadie… la anciana se percató de eso… sonrió fríamente y volvió a salir hacia los gallineros con el gato sucio y sin energía tras ella…
Quiso salir de ahí lo antes posible, pero no podía regresar el pasado, y el arrepentimiento no la llevaría a un mejor futuro… buscó al optimismo… movió el sillón, pateó las hojas y levantó el colchón… pero no apareció… y aun que todo estaba reordenado, se miraba igual… igual…
Las mañanas nocturnas eran una infinita incertidumbre, eran la rutina… las tardes por la noche, eran la desesperación, eran la sangrienta guerra que siempre ganaba el tiempo para dar lugar a la terrorífica noche absoluta… donde reinaban ruidos inexplicables que rompían el silencio del universo… y el miedo se extendía desde el centro del cuerpo a los alrededores… el dolor de la espalda, la compresión en el estomago, la tensión de las extremidades, el tambor que sonaba en el pecho, la fuerza en los parpados, y todas esas suplicas… la chica jamás se había doblegado… pero ahora estaba débil… y sola…
Esperaba a la Muerte que vestía de negro, encajes y sombrero… le puso una trampa en cada entrada… sabía que no funcionarían, pero no lo hacía por la supervivencia… solo quería molestar… quería que cuando la alcanzara la Muerte estuviera enfurecida… por supuesto el solo pensamiento la atormentaba… pero en su mente solo había malas ideas que la hundían más en sus propios temores, dirigiéndose siempre al punto donde el miedo sería de una magnitud tan grande que dejaría de sentirlo… entonces dormiría… de la única manera naturalmente profunda… no mas sueños… no mas vida…
Ahí estaba tirada en el colchón… acostada de lado… ahogándose en lágrimas… sin ruidos… sin lamentos… las suplicas habían cesado… le daba la bienvenida a la muerte furiosa… la espero por tanto, que le costaba creer que siempre habitó el patio trasero… no dijo nada, por que ya nada importaba… pero sus ojos lo preguntaban… la anciana no respondió… por que sabía que ella tenía todas las respuestas, y entre más segura estaba de ellas, más proyectaba sus dudas… era una defensa… mejor darse prisa… al fin de cuentas las dos sabían que la chica ya había tenido suficiente y sí hay algo peor que la muerte, es la muerte en vida… la partida del optimismo, la ausencia de sentimientos y la persistencia del miedo…
Cerrar los ojos… abandonar la gravedad… empezar a caer… BANG!… cansancio… descanso… abrir los ojos… la danza del cabello atorado en su oreja le aviso de su respiración… sus dedos en el hombro anunciaron su presencia… ha vuelto…
Días de televisión… tardes de café… noches de locura…
El sol entraba iluminando las pieles y los puntos de luz al centro del pecho… pan tostado y sonrisas…
Se desató un aire lleno de mensajes… ambos lo sintieron, pero no querían escucharlos… la felicidad no es constante… solo es un estado de transición… manipulable en el mejor de los casos… pero a veces también es imposible… ha llegado el momento…
Hizo la pregunta aún con la respuesta en la mente: ¿Me has salvado? o ¿así es la muerte?…
La conocía tan bien que eligió darle el mensaje: La anciana se ha ido a otro punto del tiempo, esta vez a elegido ir a tu pasado…
Él tenía que marcharse… tenía que ir siempre tras la vieja… tras el miedo… así había sido desde el principio de los tiempos… de vez en cuando se encontraban… otras veces pasaron largos años sin verse… pero aguardaban… por que solo así se podía vivir… respirando el aire pensando que estaba lleno de partículas de ambos…
La chica lo despidió con los ojos llenos de lágrimas, la mente llena de recuerdos y el corazón agitado por el conjunto de emociones… pero estaba bien… antes de esfumarse tras un velo, sonrió…
Ella fue hacia los gallineros vacios… los destruyó… juntó la basura… y en el terreno limpio visualizo un jardín de recuerdos… de todas las variedades… ahí estarían bien, no estorbarían dentro de la casa y podría salir a verlos cuando se le antojara… un gatito blanco de ojos azules se tallaba en sus tobillos, no tendría mas de un mes de nacido… quiso ahuyentarlo… el gato, por indefenso que pareciera, luego arruinaría el jardín… pero nadie con un poco de sensibilidad lo dejaría solo… así que le sirvió un poco de leche…
Abrió la llave y lleno un cubo… luego lo acarreo al baño con paredes de madera vieja y piso de mosaico… el miedo se fue por la coladera dejando como advertencia su regreso… sin embargo los cantos y danzas de la chica no permitieron que fuera escuchado… fue entonces cuando el agua fría y clara… limpió su cuerpo y purifico su alma…